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Vol. 29. Núm. 3.Junio 2009
HIPERTENSIÓN ARTERIAL POSTRASPLANTE RENAL: ANÁLISIS DE LA EVIDENCIA Y CONSENSO DEL GRUPO DE TRABAJO PROMETEO
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HIPERTENSIÓN ARTERIAL POSTRASPLANTE RENAL: ANÁLISIS DE LA EVIDENCIA Y CONSENSO DEL GRUPO DE TRABAJO PROMETEO
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Riesgo cardiovascular e hipertensión arterial postrasplante renal
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F.. Moresoa, R.. Alegreb, C.. Bernisc, I.. Beneytod, J.F.. Crespoe, P.. Delgadof, R.. Gallegog, R.. Guerrah, R.. Romeroi, E.. Solaj
a Hospital Universitario de Bellvitge, L'Hospitalet, Barcelona, España,
b , Fundación Jiménez Díaz, Madrid, Madrid, España,
c , Hospital Universitario La Princesa; Red de Enfermedades Renales, Madrid, Madrid, España,
d , Hospital Universitario La Fe, Valencia, Valencia, España,
e , Hospital Universitario Dr. Peset, Valencia, Valencia, España,
f , Hospital Universitario de Canarias; Red de Enfermedades Renales, Tenerife, Islas Canarias, España,
g , Hospital Dr. Negrín, La Palmas, Islas Canarias, España,
h , Hospital Insular de Canarias, La Palmas, Islas Canarias, España,
i , Hospital Clínico Universitario Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, , España,
j , Hospital Carlos Haya, Málaga, Málaga, España,
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Estudios revisados que valoran la relación entre HTA, supervivencia del paciente y eventos cardiovasculares
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INTRODUCCIÓN

En la población general, la hipertensión arterial (HTA) se relaciona de forma independiente con la aparición de eventos cardiovasculares mortales y no mortales. Además, el control de la misma con medidas farmacológicas o no farmacológicas reduce el riesgo cardiovascular de los pacientes.1 Por otra parte, se ha demostrado que en distintos tipos de nefropatía la progresión de la insuficiencia renal depende del grado de HTA, así como de su control.2

En los pacientes receptores de un trasplante renal, la HTA es una complicación muy frecuente (70-80%) que puede contribuir a la elevada morbimortalidad cardiovascular que estos pacientes presentan. En esta revisión se analiza el grado de evidencia científica disponible del impacto de la HTA y su control sobre la aparición de eventos cardiovasculares postrasplante, la mortalidad global del paciente y la supervivencia del injerto. Según la guía europea de manejo del paciente trasplantado renal, publicada en 2002, la relación entre HTA postrasplante, riesgo cardiovascular y supervivencia del injerto se sustenta en estudios no controlados que ofrecen un bajo nivel de evidencia clínica.3

En la población trasplantada renal se ha demostrado que la disfunción del injerto es un factor de riesgo cardiovascular.4 Por lo tanto, es necesario que el estudio del impacto de la HTA sobre la morbimortalidad cardiovascular o la supervivencia del paciente se ajuste por el grado de función renal (nivel de evidencia B). En la figura 1 se ilustra la relación entre los diversos eventos postrasplante.

MÉTODOS

La búsqueda se realizó utilizando como restricción artículos publicados a partir de 1995 y siguiendo la metodología general explicada antes. En la figura 2 se muestran las palabras clave utilizadas, así como el número de artículos obtenidos. Finalmente, se seleccionaron 24 artículos para estudiar la evidencia existente de la relación entre HTA y mortalidad cardiovascular (13 artículos), así como de la relación entre hipertensión y supervivencia del injerto (12 artículos). Los artículos seleccionados son estudios observacionales realizados con datos de diversos registros internacionales (4 artículos), con datos multicéntricos (3 artículos) o unicéntricos (16 artículos). El análisis de calidad y clasificación por niveles de evidencia se realizó siguiendo los criterios de Óxford y se expresó como grado de recomendación.5

RESULTADOS

Hipertensión arterial, riesgo cardiovascular y supervivencia del paciente

En la actualidad, no se dispone de estudios prospectivos dirigidos a evaluar el impacto de la presión arterial (PA) postrasplante sobre la supervivencia del paciente o la aparición de eventos cardiovasculares. Por ello, se han revisado artículos que utilizan datos extraídos de registros de pacientes (United Network for Organ Sharing [UNOS]; Collaborative Transplant Study [CTS]; Grupo Español Estudio Nefropatía Crónica Trasplante [GEENT]) o estudios unicéntricos.

En diversos estudios6-11 se ha mostrado que la HTA postrasplante se asocia de forma independiente con la morbimortalidad cardiovascular postrasplante y que esta asociación es independiente de la presencia de episodios de rechazo agudo y del grado de función renal (nivel de evidencia C). Debe tenerse en cuenta que algunos estudios con insuficiente poder estadístico o con diseño no específico no han podido mostrar dicha relación.12-14 En la tabla 1 se resumen los aspectos más relevantes de estos estudios.

Además, es importante destacar que el control de la HTA se asocia con una reducción de la mortalidad cardiovascular, especialmente en receptores de trasplante menores de 50 años6 (nivel de evidencia C).

En todos los estudios revisados que analizan el impacto de la presión de pulso9,12,14,15 se observa que el aumento de la presión de pulso (>60-65 mmHg) se asocia de forma independiente con un mayor riesgo cardiovascular (nivel de evidencia C).

La HTA postrasplante es un factor de riesgo independiente de insuficiencia cardíaca congestiva postrasplante16,17 y tiene un impacto significativo sobre la supervivencia del paciente trasplantado (nivel de evidencia C).

En pacientes trasplantados renales se ha sugerido que la HTA contribuye a la progresión de la calcificación arterial coronaria, ya que en un estudio longitudinal la PA diastólica fue un predictor independiente de la progresión de calcificación coronaria.18

Finalmente, la HTAse asocia de forma inversa con el número de progenitores endoteliales circulantes, un recientemente conocido marcador de riesgo cardiovascular.19

Hipertensión arterial, función renal, proteinuria y supervivencia del injerto

En los pacientes trasplantados renales, la HTA se asocia con el grado de función renal y con la aparición de proteinuria. Por lo tanto, en este contexto clínico no se puede dilucidar si la HTA es causa o consecuencia de la disfunción del injerto renal (figura 1).

El primer estudio que sugirió la asociación entre HTA y fracaso del injerto se realizó utilizando los datos del Collaborative Transplant Study, pero dicho estudio tenía la importante limitación de no estar ajustado al grado de función renal.20 Posteriormente, la revisión de los datos ajustados por función renal,6 así como los resultados de distintos trabajos unicéntricos,7,21-23 han permitido confirmar que existe una asociación entre la presencia de HTA postrasplante y su control y el fracaso del injerto de forma independiente del rechazo agudo y la función renal (nivel de evidencia C).

Se ha sugerido que la HTA postrasplante puede ser un mecanismo de daño progresivo sobre el injerto, ya sea a través de favorecer la aparición de episodios de rechazo24 o de asociarse con el grado de proteinuria.25 Además, desde el punto de vista histológico, se ha mostrado que factores no inmunes como la HTA contribuyen a la aparición de un mayor grado de lesión renal crónica en pacientes estables, analizando el índice de cronicidad (índice de daño crónico del aloinjerto [CADI]) en biopsias de protocolo.26

Finalmente, uno de los pocos trabajos realizados en trasplante renal utilizando el registro de la PAde 24 horas muestra que el patrón non-dipper se asocia con una peor función renal y un mayor índice de resistencia en el estudio del injerto mediante eco-doppler.27



Figura 1.

Figura 2.

Tabla 1. Estudios revisados que valoran la relación entre HTA, supervivencia del paciente y eventos cardiovasculares

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