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Vol. 24. Núm. 5.Octubre 2004
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El médico y la industria farmacéutica
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A. L. M. DE FRANCISCO
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NEFROLOGÍA. Vol. XXIV. Número 5. 2004 EDITORIAL El médico y la industria farmacéutica A. L. M. de Francisco Presidente SEN Existen datos publicados en los que se concluye que un médico de 50 años en su labor diaria tan solo utiliza un 2% de aquello que aprendió durante la carrera de Medicina. Ello significa que la formación continuada en Medicina es tan importante que quien no se mantenga informado y formado continuamente difícilmente podrá ejercer su profesión con la calidad científica necesaria. Y esa formación es necesario que alguien la pague En la empresa la formación continuada de los empleados corre a cargo de sus presupuestos. ¿Se imaginan ustedes que la Volkswagen por ejemplo no destinara nada a la formación continuada de sus empleados? ¿Cómo podrían los ingenieros o mecánicos adaptar las innovaciones tecnológicas? Ciertamente la empresa destina una cantidad de sus presupuestos a formar a sus empleados. Obvio. Pues bien, la formación continuada de los profesionales que trabajamos en el Sistema Nacional de Salud no está financiada por nuestra empresa. Si preguntamos a los profesionales médicos cuantas veces han asistido a un Congreso, o a un taller de formación o a un seminario práctico sobre determinados avances financiados por su empresa la respuesta sería aplastante: prácticamente ninguno. La razón es bien sencilla: toda la financiación de la formación continuada de los profesionales sanitarios ha sido depositada en la Industria Farmacéutica que ha aceptado esa responsabilidad sin ninguna protesta. Y no solo en España sino que en todos los países europeos, Estados Unidos, Canadá, Australia... etc., esta relación médico-industria se rige por criterios más o menos similares. Así pues las empresas farmacéuticas pagan los desplazamientos, hoteles comidas e inscripciones de los médicos que acuden a los cursos o congresos de formación continuada. Y esa relación entre ambas partes, es la que trataremos de clarificar Pero previaCorrespondencia: Dr. Ángel Luis Martín de Francisco Hernández Profesor Titular de Nefrología Presidente de la Sociedad Española de Nefrología Hospital Universitario Valdecilla Universidad de Cantabria mente hay que dejar dos cosas muy claras. Los médicos no son en absoluto responsables de cómo se financia su necesaria formación continuada. Y la Industria farmacéutica la constituyen empresas con accionistas que se crean para ganar dinero, con las matizaciones éticas que implica la inversión en salud. En Estados Unidos las compañías farmacéuticas gastaron en 1999 más de 11 billones de dólares cada año en marketing y promoción, de los cuales cinco billones se destinaron a los delegados comerciales y alrededor de 10.000 dólares a cada médico 1. La pregunta lógica para quien no tenga una clara información de este tema es: ¿apoya económicamente un laboratorio farmacéutico una formación continuada que no esté dirigida a los intereses comerciales de la empresa? En otras palabras, esa interacción médico-industria ¿favorece la prescripción de un determinado medicamento fabricado por la empresa? El trabajo anteriormente mencionado que revisa 538 estudios sobre este tema concluye que «la asistencia a Cursos de Formación Continuada financiados por un laboratorio farmacéutico se asocia con un aumento en la prescripción de fármacos que favorece a ese laboratorio». Lo que se trata es de alcanzar el punto en el que los médicos se beneficien en su formación de las actividades financiadas por la Industria saneando esa relación interesada. En ocasiones, grandes empresas multinacionales a requerimiento de las Sociedades Científicas rechazan la financiación de cursos independientes destinados a la formación de los profesionales. Lamentablemente he comprobado personalmente que esto sucede en más ocasiones de las que sería deseable. En otras ocasiones su participación es modélica financiando aspectos no relacionados con sus intereses y posibilitando la actualización de procesos que no generan beneficios para ellos pero sí para los pacientes. Hay de todo lógicamente. Como hay también, profesionales sanitarios que superan el porcentaje medio de prescripción de determinado medicamento o indicación de determinada prótesis muy por encima de la media más alta obtenida por profesionales con similar actividad. 393 A. L. M. DE FRANCISCO La solución parcial a esta relación «ni contigo ni sin ti» pueden ser las Sociedades Científicas. En general son dirigidas por profesionales de prestigio elegidos por sus compañeros de especialidad. Desarrollan cursos y congresos destinados a actualizar de manera independiente los aspectos más novedosos de la especialidad. Cierto es que se financian de la Industria Farmacéutica pero lo hacen a través de la participación de los mismos en la Exposición Comercial. Esa contribución sirve para gestionar la reunión y en algunos casos para que la Sociedad, con los excedentes, pueda convocar becas para jóvenes investigadores sobre temas de libre investigación, contratar reproducción audio vídeo de las conferencias y cursos para que puedan se visitadas en la web, financiar trabajos de investigación independientes, publicar guías de actuación independientes no financiadas por la industria... etc. Y digo parcial porque obviamente es la Industria quien paga el desplazamiento de los asistentes a la reunión, pero es que es inevitable. ¿Podría el Sistema Nacional de Salud incrementar el presupuesto para gestionar esta formación? Mi opinión es negativa para la formación de los médicos. Si eso fuera así, rápidamente las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas reclamarían esa parte de presupuesto. A la hora de distribuir la financiación de la formación continuada, los Sindicatos reclamarían así mismo su gestión y finalmente todo se difundiría en un sinfín de «entidades de gestión» que obviamente querrían destinar muy buena parte a la formación continuada de todos los trabajadores del Sistema Nacional de Salud, lo que parece justo y lógico. Pero para entonces la formación de los médicos, que es la que realmente impulsa las innovaciones y progresos en el tratamiento de las enfermedades, estaría exageradamente burocratizada y sería poco eficaz. Se produciría aquello que Max Gammon definió como Teoría del desplazamiento burocrático: «en los sistemas buro- cráticos... el aumento de los gastos se acompañará de una caída en la producción». Otro interesante aspecto de esta relación médicoIndustria Farmacéutica es lo relacionado con los ensayos clínicos y las publicaciones científicas. Una revisión sistemática realizada por investigadores en Estados Unidos encontraron que los estudios patrocinados por la industria farmacéutica tienen un 400% más posibilidad de concluir positivamente para la empresa que lo patrocina que aquellos patrocinados por fuentes independientes 2. La industria farmacéutica es inmensamente poderosa. Es una de las industrias más rentables. Se conecta con los políticos, con los médicos, con los pacientes, con las organizaciones, con la prensa con las Instituciones... Pero al mismo tiempo la industria farmacéutica desarrolla costosísimos programas de investigación identificando moléculas o desarrollando tecnología que cura, alivia o mejora la calidad de vida de todos nosotros. Todos somos afortunados por su existencia sin duda alguna. Los médicos debemos conseguir romper esa actual dependencia fortaleciendo nuestras decisiones al margen de la industria. Para ello es preciso encontrar una fórmula que preserve la formación continuada independiente. Hace trece años en 1991, se llevó a efecto el Informe Abril sobre el Sistema Nacional de Salud por encargo del Parlamento español. En este informe, el mejor realizado hasta el momento, se concluía a este respecto: «Se carece sin embargo de un método regular de formación continuada.» Parece que fue ayer. BIBLIOGRAFÍA 1. Wazana A: Gifts to physicians from the pharmaceutical industry. JAMA 283 (20): 2655-2658, 2000. 2. Lexchin J, Bero LA, Djulbegovic B, Clark O: Pharmaceutical industry sponsorship and research outcome and quality: systematic review. BMJ 326 (7400): 1167-1170, 2003. 394
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